Dinero y yoga: cómo superar tus resistencias

martes, May 29

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¿Alguna vez has sentido que tu trabajo como profesor de yoga está poco valorado económicamente? ¿Qué deberías cobrar más por tus clases? ¿O sientes que das mucho y recibes poco y te planteas cómo vas vivir sólo de tu enseñanza de yoga con tus tarifas actuales?

Déjame decirte que te entiendo y que estás preguntas son más habituales de lo que crees. Como profesora de yoga y mentora de profesores he realizado un largo proceso en torno a las creencias limitantes sobre el dinero tanto personalmente como acompañando a otros profesores. Sigue leyendo porque estás en el lugar idóneo, profundicemos en el tema Dinero y yoga: cómo superar tus resistencias.

 

 

Dinero y yoga: cómo superar tus resistencias

 

La economía y la rentabilidad son de los principales pilares que deben estar sólidos y firmes para que nuestra enseñanza germine y crezca, no obstante, la mayoría de profesores atravesamos un gran proceso de reestructuración de creencias y de aceptación del lado emprendedor de nuestro negocio de yoga. 

Tras mi experiencia y las conversaciones vividas con vosotros en las formaciones y mentorías el tema del dinero toca raíces y patrones mentales arraigados que ante todo cuesta detectar y reconocer. 

Mejorar tu relación con el dinero es fundamental si quieres crear un modelo de enseñanza sostenible, rentable y próspero. De lo contrario, siempre encontrarás “motivos” que de un modo u otro paralicen tus sueños y progreso. 

 

Claves para equilibrar dinero y yoga

 

Me gustaría pedirte que mantuvieras abierta tu mentalidad mientras lees este artículo, son temas complejos que mueven experiencias y patrones delicados que nos hacen sentir expuestos y vulnerables pero que es bueno cuestionar para avanzar en la rentabilidad de tu enseñanza de yoga.

 

Observa de cerca tu relación con el dinero 

 

El dinero en sí es neutro, es una herramienta, un vehículo que sirve a nuestros propósitos y nuestras prioridades.

Yo puedo pagar gustosamente el alojamiento de un fin de semana en un spa por 600€  porque lo valoro y lo coloco como una prioridad en mi vida y rechazar un vestido de 600€ porque, aunque piense que es el más bonito del mundo, no es una  prioridad para mi.

No entro en juzgar si priorizar el spa sobre el vestido me hace mejor o peor persona. 

Hablo de que en nuestra sociedad una de las maneras que tenemos de posicionarnos y de valorarnos es poner precio a las cosas.

En nuestro gremio de la enseñanza de yoga este tema se muy complejo porque nos movemos en un terreno ubicado en la espiritualidad. Y eso trae creencias diferentes para cada uno de nosotros y que generalmente no son nuestras, son herencias asumidas en nuestra infancia. 

Si queremos progresar en nuestra enseñanza es nuestra responsabilidad reconocer esas creencias y comprobar si nos están limitando. 

Dime si te suenan alguna de estas expresiones: 

  • Hay que ganarse el pan con el sudor de la frente
  • No creo que pueda vivir de mis clases de yoga, necesitaré dos trabajos
  • Mi trabajo no está bien pagado
  • El dinero no da la felicidad
  • No puedo cobrar por la espiritualidad
  • No está bien cobrar por algo que disfruto haciendo y que es bueno para los demás
  • Ser emprendedor es muy arriesgado
  • Si yo tengo mucho dinero es que se lo he quitado a otros
  • Creo que hay demasiada competencia
  • Las formaciones se pasan con sus precios
  • Este no es un buen momento para emprender en yoga
  • Los ricos no son felices
  • Relaciono una persona espiritual y honesta con una persona «desapegada del mundo, humilde, sin posesiones»
  • Está mejor vista una persona que da mucho. Recibir me cuesta. 
  • Me preocupa parecer egoísta si pongo el precio que considero justo para mi.

 

Detecta tus creencias sobre dinero y yoga

 

Mientras redacto este artículo y escribo el listado de creencias me doy cuenta de cómo me llegan pensamientos del tipo: «en cuanto lleguen aquí van a dejar de leer», «reconocerse en estas creencias es duro», etc. 

Pero respiro y me centro: no estoy aquí para complacerte sino para abrir una ventana a aquellos que sigan leyendo y quieran trabajar su negocio de yoga para equilibrar su concepto de carencia y abundancia. 

Porque la idea más difícil de asumir es tu propia responsabilidad sobre cómo abordar tus resistencias sobre el dinero y el yoga.

No es cosa de los alumnos, ni de la sociedad, ni de los precios de otros profesores, ni de la alta oferta, ni de lo que cuestan las formaciones, ni de la elevada cuota de autónomos. 

Somos nosotros. 

Somos nosotros los primeros que no cobramos lo que sentimos que merecemos. Y entramos en un bucle de frustración y de bloqueo porque sin darnos cuenta ponemos nuestra energía fuera. Desde ahí no podemos hacer nada, estamos a merced de las circunstancias y somos víctimas del entorno. 

El problema (o la solución) por tanto no está en el dinero, ni el precio: es la valoración que tú mismo haces de tu trabajo, de tu posición y de tu autoestima.

Llegados a este punto te invito a que sostengas una mirada interna y aguda que te ayude a detectar en qué momentos en tu rutina diaria como profesor de yoga emprendedor y autónomo brotan estas creencias limitantes. Puede que esta lectura haya despertado alguna, toma nota y reflexiona de dónde viene o por qué te sientes así. 

 

La tarifa y el precio de tus clases de yoga 

 

Créeme, te entiendo y sé que cuesta reprogramar creencias porque…. el dinero no da la felicidad…. ¿cierto? y algo de razón lleva, pero abordemos esta idea sin absolutos:

El dinero te da tranquilidad y libertad, es una herramienta neutra que puede estar a tu favor o en tu contra y eso lo decides tú desde un trabajo consciente y permanente sobre tu visión de abundancia o de carencia. 

Ninguno de nosotros llegará lejos si no podemos pagar las facturas. No podrás seguir difundiendo la belleza del yoga y sus beneficios si no puedes pagar el alquiler de tu casa.

Por tanto, revisa tus tarifas y el precio de tus clases para encontrar el equilibrio de una enseñanza que sustente tu estilo de vida y que sea respetuosa con lo que quieres ofrecer y recibir de la vida.

 

 

 

 

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Comentarios

10 Comentarios

  1. María Isabel Morales Díaz

    Genial, Susi. Poniendo siempre sensatez y realidad.
    Gracias. Namasté

    Responder
    • susim

      Siempre Maria Isabel, de eso que no nos falte 😉

  2. Adriana

    No pienso que en el yoga no puede haber relación con el dinero es un trabajo mas y necesitamos vivir de ello. Que precio tiene el master quiero apuntarme me interesa seguir aprendiendo contigo susi , gracias por todo buen día

    Responder
    • susim

      Hola Adriana, tienes toda la razón, es una parte más de nuestra enseñanza. Todos los detalles del curso se publican el próximo miércoles 6 de junio 🙂

  3. Olga

    Me encantó tu artículo. Es tan cierto….llega en un momento en que justo una llega nuestra está por cerrar un espacio de yoga porque los números no cierran…..Que tiene que dedidcarse más a eso que sí le deja dividendos y es co los he para sus facturas. Somos los encargados de educar a otros sobre lo que vale nuestro trabajo….

    Responder
    • susim

      Exacto Olga 🙂

  4. Míriam

    Hola, Susi:
    Me encanta lo que haces, porque siempre das en el clavo acerca de todas esas cuestiones con las que lidiamos los que nos dedicamos a enseñar yoga. Yo llevo en esto de enseñar yoga desde hace algunos años, pero siempre me he sentido muy limitada en el tema económico. Al principio lo justificaba con que era novata, y cómo iba a pedir a alguien dinero si «aún me faltaba rodaje». Pero con el paso del tiempo he ido adquiriendo conocimientos, haciendo cursos, invirtiendo bastante dinero en formarme y tener esa «seguridad» en mí misma.
    Sin embargo, ahora me encuentro con el problema de que tengo alumnos que están contentos con mis clases, a los que les he dado un precio por las clases; pero sin embargo, siento que debería aumentar el precio de las mismas. Pero no sé muy bien cómo abordar el tema sin enfrentarme a una situación tensa.
    Por hacernos una idea, creo que lo justo en mis clases sería aumentar diez euros respecto al precio actual, sin embargo, no soy capaz de abordar el tema y temo que simplemente dejen de venir porque les parezca a ellos excesivo.
    Con estos consejos, me queda un poco la tranquilidad de saber que, en realidad, nos pasa a muchos profesores de yoga.
    Con suerte, trabajos como el tuyo nos ayudan a dignificcar nuestra profesión. Y a no temer a pedir lo que de verdad consideramos que vale nuestro trabajo. Porque, al final, como dices, es muy frustrante.

    Muchas gracias.

    Responder
    • susim

      Gracias Miriam por tu comentario y por contarnos tu experiencia. Sí, estos temas aún son un poco tabú entre los profesores de yoga, no se habla de ellos abiertamente y nos da la sensación de que estamos solos ante el mundo. No es así, casi todos pasamos por situaciones parecidas…entiendo perfectamente lo que dices, una subida de 10€ puede ser muy llamativa, plantéate subir 5€ a partir de septiembre y en enero otros 5€. Por si te resulta más cómodo a ti, pero vaya, que opiniones en contra siempre salen…el tema es que si tu lo sientes necesitas respetarlo. Animo.

  5. Nerea Clara Nacenta

    Gracias Susi por la reflexión.
    Estoy totalmente de acuerdo y la pregunta que yo me hago al respecto es… ¿Cómo voy a aumentar la calidad de mis clases de Yoga si no puedo pagar una buena formación continua?.
    Esta pregunta me impulsa a poner un precio digno a mis clases.
    Un abrazo.

    Responder
    • susim

      Hola Nerea, exacto, esa pregunta debemos tenerla presente porque nos ayuda a valorar nuestro trabajo y remuneración. Abrazo enorme

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