Como practicantes de yoga sabemos lo difícil que es sostener la mente enfocada a lo largo de la práctica. La naturaleza inestable de la mente hace que ésta vaya saltando de un punto a otro durante la secuencia por eso te presento 3 anclajes para mantener el foco de atención de tus alumnos.
¿Dónde está la mente en la práctica de yoga?
Uno de los primeros beneficios de la práctica de yoga (y de los más valiosos en mi opinión) es la concentración mental.
Si lo piensas, cuando una persona comienza su práctica de manera regular en un centro, la práctica de yoga aparentemente tan física es uno de los primeros ejercicios reales de concentración mental que hace (a no ser que practique diariamente la meditación o haga ejercicios específicos de concentración mental).
Este hecho tiene una enorme repercusión en la vida del practicante aunque a veces quede disimulado por otros beneficios más evidentes: «ya no me duele la espalda, duermo mejor, he aumentado mi agilidad»….personalmente creo que todos esos beneficios físicos tienen su base en el hecho de que, a través de la práctica y de manera regular, la mente permanece en el cuerpo y focaliza su energía en lo que está sintiendo y despertando.
La mente del alumno principiante.
Generalmente cuando realizamos secuencias más activas y más dinámicas la mente se mantiene presente a través del esfuerzo físico sostenido (controlado). Es decir, estamos tan ocupados movilizando nuestro cuerpo a través de posturas y vinyasas exigentes que necesitamos todos nuestros sentidos. En este instante la mente no puede divagar…está donde está el cuerpo.
Sin embargo, cuando el cuerpo permanece en un asana de manera estática o entramos en una secuencia más amable donde el esfuerzo físico se reduce considerablemente tenemos todas las papeletas para que la mente se evada del cuerpo.
No es casualidad que el asana más complicada de sostener con presencia sea precisamente SAVASANA.
Aquí tu papel como instructor o profesor es muy importante ya que a través de tus indicaciones debes ir acompañando a tus alumnos a que permanezcan en presencia.
3 anclajes para mantener el foco de atención de tus alumnos.
Primer anclaje: tus indicaciones
Evidentemente el anclaje principal son tus indicaciones. A través de tus instrucciones el alumno va creando estructura en su mente y va encontrando el camino hacia su asana.
Aquí en nivel de práctica del alumno es importante.
Obviamente la mente desentrenada va saltando de un punto a otro durante la clase y los principiantes precisan de indicaciones sistemáticas y continuas para sostener la mente y construir el asana con rigor y seguridad.
Por ejemplo: uttita trikonasana en principiantes: asegúrate de que el talón de delante está alineado con el arco del pie de atrás, ensancha la planta de los pies y estabiliza tu equilibrio, activa las piernas, alarga los costados, etc.
A medida que la práctica del alumno madura el foco de la mente también va depurándose. Estos alumnos ya no necesitan instrucciones exhaustivas para entrar en la postura: son capaces de entrar y colocarse en el asana. Su práctica ha madurado.
uttita trikonasana en practicantes medios: (desde adho mukha) haz un giro corto con el talón izquierdo hacia dentro, coloca el pie derecho entre las manos, eleva el brazo izquierdo y entra en uttita trikonasana.
Comienzan, por tanto, unas instrucciones más sutiles. Aquí observas detenidamente a tus alumnos por si precisan algún refuerzo en aspectos más internos de la práctica, quizá mención al suelo pélvico, quizá a la dirección del coxis, etc. y entonces les llevas a su respiración.
Segundo anclaje: la respiración
Cuando enseñas yoga a alumnos principiantes suele ayudar que les acompañes en su respiración. Sostener una respiración homogénea en las primeras clases es complicado, tienen demasiados estímulos y áreas de atención, por ello yo siempre recomiendo en mis formaciones que tu lleves el mismo patron respiratorio que quieres que lleven tus alumnos.
Esto es más sencillo de lo que parece: si les dices «inhala» tú haces la inhalación con ellos. Si dices «exhala» lo haces con ellos.
Este consejo es especialmente útil para sincronizarlo con tus instrucciones. Tanto si te mueves a través de los vinyasas cómo si sostienes una postura durante un tiempo organiza una indicacion verbal por cada respiración que guíes.
1….mantén tus piernas activas
2….recoge la zona abdominal inferior
3…alarga un poco más tus costados, etc.
Si quieres comprobar de primera mano cómo puedes refinar y adaptar este sistema puedes asistir a mis clases de yoga dinámico por zoom. En ellas guío la respiración exactamente como te estoy explicando y mis alumnos lo adoran siempre comentan la cadencia, el ritmo y la concentración que obtienen practicando de esta manera. (envía un mail a hola@institutodeyoga.es y te cuento)
Tercer anclaje: drishti (la mirada)
La mirada es el reflejo de la disposición mental. Cuando la mirada va inestable y nerviosa de un sitio a otro sin detenerse es evidente que no hay concentración.
La mirada ha de estabilizarse para que ayude a la mente a focalizarse.
La mirada o drishti puede ser interna o externa.
Puedes indicar a tus alumnos que fijen la mirada en un punto fijo: el ombligo en adhomukha, en los dedos de los pies en sarvangasana, en el entrecejo en bujanghasana…. o puedes darles indicaciones internas que direccionen su mente hacia su respiración, hacia un bandha, hacia la energía del asana…. tendrás que ir ajustando estas directrices al nivel de práctica de tus alumnos.
Como ves, la finalidad de cada una de tus instrucciones es ir llevando a tus alumnos desde áreas más burdas de la práctica hacia aspectos más sutiles y ligeros.
Para que tus alumnos evolucionen necesitan de un profesor que conozca y aplique estos factores en su enseñanza. En tu próxima clase puedes profundizar en uno de estos tres anclajes usándolo de manera aislada y observando la respuesta de tus alumnos o combinarlos para que puedan ir percibiendo diferentes vías de acceso a su presencia y su interior.
Espero que este artículo con 3 claves para mantener el foco de atención de tus alumnos te resulte útil y te ayude a mejorar tu comprensión de la enseñanza y tu propio método. Me encantaría leer tus comentarios sobre este tema y saber cómo ayudas a tus alumnos a mantener su concentración.
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Muchas gracias por tu artículo, como siempre una herramienta más para cultivar la enseñanza desde la práctica. Me gustaría saber que opinas sobre el dirigir en Savasana, el hecho que la práctica vaya yendo hacia lo más sutil, cuando avanzan las prácticas, en Savasana suelo disminuir las indicaciones y reducirlas en recordatorios de colocación pero al terminar alguna práctica, algun@ alumn@ me suggirió que prefiere que siga dirijiéndo Savasana como al principio y pienso que tal vez las instrucciones de los anclajes mente en cuerpo durante las secuencias consiguen en lugar de un apoderamiento presencial, una dependencia externa de mis instrucciones para no evadirse.
Gracias de nuevo
Hola Judith,
es una cuestión interesante la que planteas. Ciertamente en los grupos de principiantes soy partidaria de guiar la relajación en savasana pero a medida que la práctica avanza sí que siento que las instrucciones deberían ser menos físicas y más sutiles hasta quedar en un mero recordatorio.
Sostener la mente en savasana es muy avanzado y quizá podrías combinar las prácticas con savasanas guiados y con savasanas sugeridos. Lógicamente a los alumnos les resulta más fácil escuchar tu voz, pero tenemos que pensar que nosotros enseñamos a los alumnos para que ellos, de algún modo lleguen a ser autónomos en su práctica y percepción del yoga.
Espero haberte guiado un poco, ya me contarás qué tal te funciona.