Si acabas de terminar tu primera formación y eres profesor de yoga recién titulado seguramente te sientes entusiasmado con la idea de empezar tus clases y dar lo mejor de ti.
¿Cuál es la clave para ser un buen profesor de yoga?
La actitud es lo que diferencia a un buen profesional independientemente de su experiencia.
Cuando un recién nacido profesor de yoga se lanza a la tarea de dar clases de yoga su sed de conocimiento quiere más: más formación, más seminarios, más profundización…. en su enseñanza se mueve dentro de experiencia conocida y al mismo tiempo desea continuar su recorrido como alumno…
Un profesional es un profesor, con más o menos experiencia, que se recicla, que continúa aprendiendo si poner límites a su conocimiento. En ese sentido su “necesidad” de compartir también es amplia.
Cada pequeño logro en sus alumnos es un gran empujón para él, es un salto en su confianza, en su aprendizaje.
Todos, independientemente de nuestra formación, atravesamos un período tenso y repleto de inseguridad, en nuestras primeras clases.
Todos necesitamos validar el conocimiento que poseemos de manera práctica, porque cuando acabamos la formación tenemos mucha teoría, muchos conocimientos acumulados, mucha información….pero el yoga no es una ciencia exacta, es decir, a través de tus clases tienes que transformar toda esa teoría en algo útil que dé resultados a tus alumnos. ¡y cada alumno es distinto!
En esta tesitura se distingue esa primera huella que imprime un buen profesor: ser honesto con su enseñanza y mantenerse dentro de los límites de su experiencia.
Recuerdo que recién acaba mi licenciatura de historia de arte comencé a trabajar en el centro de yoga donde llevaba 2 años recibiendo clases diarias. Me encargaba de la administración, la recepción de alumnos, la gestión de los talleres, los cursos…y tras unos meses empapándome de todo sentí que quería hacer mi primera formación.
Confieso que empecé muy pronto a dar clases, no clases enteras, el profesor titular me permitía dirigir tres saludos al sol, o una mini secuencia durante los primeros veinte minutos de la clase. Pasados unos meses empecé con mis propias clases bajo la supervisión del profesor titular.
Me temblaba el cuerpo, apenas se me escuchaba y ni se me ocurría tocar a los alumnos.
Tras cada sesión me sentaba con mi profesor para mejorar los puntos clave de la secuencia que había diseñado y dirigido.
En aquel momento no cobraba nada por mis clases.
Lo consideré parte de mi proceso. Necesitaba ganar seguridad, confianza, soltura, ligereza, conocimiento práctico…sentía que en esa parte del camino eran los alumnos los que me estaban “enseñando” a mi y no al revés.
Si hubiera cobrado las clases hubiera sentido una responsabilidad demasiado elevada para mi nivel. “¿Y si doy una mala instrucción y causo una lesión a alguien? ¿Y si asumo una dolencia que no estoy preparada para ajustar?”
Cómo decía antes, en la formación adquieres un conocimiento (una ciencia) pero luego te corresponde aplicar ese conocimiento a personas que nos son prototipos sino alumnos con sus historias, dolencias, experiencias, práctica, etc. no hay problema, necesitas pasar por ese proceso de “choque” y validación para generar tu propia mochila de bagaje y recursos.
Y es más, necesitas pasar por ahí siendo honesto con tu experiencia, es decir, aplicando yama y niyama (ética y valores) a tu enseñanza. Debes llegar a ocasiones en las que sientes que “no estás preparado para tratar algo así” o enseñar “este asana”.
Este es el primer paso para convertirte en un buen docente: ser honesto con tus alumnos y moverte en terreno conocido.
Por tanto, independientemente de si tienes más o menos práctica enseñando la calidad de tu enseñanza la genera tu actitud. Sencillamente puedes ser un buen profesional con poca experiencia. Clase a clase, a través de la constancia y tus ganas de aprender llegarás a ser un buen profesional con mucha experiencia.
Así que, cuéntame, ¿a qué aspiras con tus clases de yoga? ¿acabas de empezar tu formación, ya has dado tus primeras clases…? Me encantará leer tus comentarios.
Hola, buenos días, acabo de empezar mi formación, llevo 3 seminarios i me quedan 9.
Mi actitud es muy positiva y me encuentro con mucha fuerza mental, y a pesar de empezar este primer año. Tengo muy claro que esto es solo el principio, pues mis ganas de saber y de aprender no cesan, así que acabo de empezar en una nueva visión de la vida, y terminare, cuando la deje, pues siempre tendré cosas que aprender y más en este mundo del yoga..
Gracias por este artículo.
Un Gran Abrazo
Hola Javier,
mantener la actitud positiva y tener ganas de aprender es motor que te llevará a ser un profesional de la enseñanza. Sigue así 😉 y disfruta y aprende mucho en tu formación.
Un abrazo!
Hola, Felicidades por el nuevo espacio. Les escribo desde Bs. As. , Argentina. Soy profesora de Yoga, vuestro material me ha sido hasta el momento muy util. Una vision moderna, y varias veces he aplicado conceptos en las clases. Espero esta nueva etapa sigo siendo próspera. Namaste.
Hola Silvia,
esas palabras me alegran el día, espero que entre todos sigamos haciendo de este espacio un lugar donde los profesores podamos encontrar recursos y experiencias que unan y nos ayuden a mejorar.
Un abrazo, namasté
Hola,
Llevo desde el 2010 practicando Yoga de forma regular. Hice mi primera formación en India en 2014, y he seguido haciendo talleres y cursos para conocer más a cerca de las variantes del Yoga. Este año he vuelto a empezar otra formación de Yoga de cuatro años y este verano tomaré un intensivo. Hasta este año no me he sentido lo suficientemente preparada como para lanzarme a dar las clases. Llevo un par de semanas dando clases y siento que me atasco dirigiendo las asanas…sé que todo es practicar y practicar y que llegará un momento en el que todo fluya en armonia. Asi que blogs como éste ayududan mucho para tomar ideas.
Saludos !
Hola Maider,
bienvenida a la comunidad del Instituto de Yoga. Llevas ya un recorrido largo de práctica y eso siempre suma puntos a tu favor. Tranquila que esa etapa de nervios y «atascos» los pasamos todos, ¡lo bueno es que con nuestra ayuda podrás superarlos antes!
Mantente atenta al blog y disfruta de tus clases 😉
Un abrazo
Hola desde Bolivia! Gracias por el post, todas las cosas que pones me ayudan mucho a complementar mi formación. Hago yoga desde hace 10 años constante algunas épocas y otras menos, hace casi dos años estoy en una formación para ser profesora y además de aprender muchas cosas, siento que me ha abierto la mente, el espíritu y el corazón. Doy clases particulares pequeñas de 2 o 3 alumn@s; la actitud positiva y la empatía me han ayudado a poder comprender mejor a mis alumnos y viceversa, pero siento que tengo mucho por crecer y seguir aprendiendo… Con el tiempo me encantaría poder dedicarme por completo al yoga. Por ahora solo lo hago como segundo trabajo cuando puedo y la verdad es que es una actividad llena ysatyisface mucho mi ser. Un saludo y un abrazo! Namaste
Hola Adriana,
me alegro enormemente de leerte. Es fundamental que mantengas esa actitud positiva y sobretodo esa empatía con tus alumnos ya que te ayudará a conectar con ellos y a mejorar tus clases. Cómo bien dices, una nunca deja de aprender. Sigue perfeccionando tus enseñanza clase a clase, crece como profesora y quién sabe cuándo te animarás a dedicarte plenamente a esto! Escucha a tu intuición y ve poco a poco.
Un abrazo, namasté.
Hola.buenas.tardes,
Estoy hace un mes dando clases a alumnos.que están En formación .
Me.he sentido cómoda. Pero igual creo que es un tema.delicado el cuerpo. El cual respeto mucho y aun los ajustes no lo hago. Solo corrigo de apoco. Siento temor aún. Consejo alguno me.encantaría.
Saludos.
Dan
Hola Dan,
es muy prudente que no corrijas aún, hazlo cuando te sientas completamente seguro y te animo a que preguntes primero al alumno en cuestión si puedes hacerle una corrección. Un abrazo
Gracias por esta labor en tu blog, recién empiezo a dar clases de yoga y muero de nervios pero poco a poco me iré soltando, saludos desde México!
Hola Monica!
qué bueno tenerte por aquí, animo, sigue adelante con tus clases que todos esos nervios acaban pasando. Un abrazo!
Qué alegría leer esto!
En junio seré instructora y la verdad que siento todo lo que relatas en el texto, he dado un par de talleres para niños( gratuitos) en el que mezclamos el juego con algunos aspectos del yoga y me sentí muy bien , pero mis dudas y miedos saltan a la hora de enfrentarme a situaciones como las que comentas. Sé que tengo por delante mucho por aprender y probar, pero leer esto me ha dado fuerzas. Gracias por compartirlo, saludos!! 🙂
Hola Maria,
entiendo muy bien tus sensaciones, el miedo y la inseguridad en realidad son un motor que nos hace superarnos y ser mejores, solo tienes que mantenerlo a raya para que ese miedo no se vuelva paralizante y seguir, por supuesto, aprendiendo y dando lo mejor de ti.
Animo!
Me sentí bastante identificada en varios puntos del artículo.
En mi experiencia siempre me han tocado cosas que en principio me ponían los pelos de punta, me parecía imposible que iba a poder llevar una clase entera de mediación con pacientes en rehabilitación y sin embargo lo hice bien, el día de mi primera clase me temblaba la voz, las manos, me transpiraban gotas por la cara y al terminal el comentario de las alumnas fue decirme que perfectas eran mis asanas.
Ahí empecé a darme cuenta que mis exigencias conmigo misma eran abismales.
Hoy en día estoy armando grupos en un salón donde doy clases a pocas personas, generalmente mujeres. Mi primer clase recuerdo que casi me muero. Fue uno de los momentos más estresantes de mi vida ! Y todo porque?
Siempre van a haber alumnos que quieran aprender lo que yo sé. Será poco, pero es más que quien viene a mis clases.
Me gustó mucho eso de confiar en que los alumnos que tengan que caminar conmigo, van a llegar.
Creo que hay que confiar más en uno mismo y saber que si estamos acá es porque así debe ser y si hay quienes este dispuestos a recibir, nosotros como instructores siempre podemos dar algo.
Muchas gracias !
Hola Lu,
gracias por tu comentario. A veces somos muy exigentes con nosotros mismos, evidentemente necesitamos estar alerta, seguir aprendiendo y dar lo mejor que tenemos pero debemos hacerlo desde el propio respeto y autovaloración. La confianza en clase va llegando a través de la repetición y el rodaje, no queda otra y es todo un aprendizaje en sí mismo.
Un abrazo.
Namaste. Gracia por este post.
Creo que ese miedo escénico al que uno se enfrenta al comenzar a guiar las clases es algo positivo ya que refleja la responsabilidad de querer hacerlo bien.
Mi experiencia es la siguiente: me formé por primera vez hace dos años en una escuela de India ( Rishikul Yogshala), después de llevar varios años practicando. Fue una experiencia única, maravillosa y súper enriquecedora, que me hizo querer enseñar y poder compartir mi experiencia allí y sobre la esterilla; ese era mi Sankalpa!!
Cuando regresé a España, tenía tal cúmulo de información que no sabía qué hacer con ella, estaba caso más perdido que antes, tenía la sensación de que no sabía nada. (como decía Sócrates)
Había abierto una puerta hacia la inmensidad… Es tan grande el universo yoga que se me escapaba de las manos. Es una ciencia para toda una vida.
Al cabo de unos meses comencé a quedar con una compañera que había estudiado conmigo para cada día guiar una clase; un día cada uno. Aún así tenía mucha inseguridad se poder lanzarme con un grupo, desde el punto de vista de guiar una practica con la filosofía del yoga desde Ahimsa y Satya. Seguía haciendo cursos y seminarios, sentía que todavía no sabía lo suficiente como para poder ser responsale en la enseñanza con otros. El universo se hacía más y más grande cada día, con cada nuevo aprendizaje!!
Conocía mucha gente que tras terminar su formación de 200h se lanzaban a dar clases. No veía nada malo de todo en esto puesto que la mejor manera de aprender a nadar es lanzarse al agua, pero mi nivel de responsabilidad no me lo permitía personalmente, había visto la grandeza de esta ciencia y no me podía confirmar a mirar las estrellas desde abajo.
Quería saber y saber para poder dar lo mejor.
Volví a India para formarme aún más desde la raíz y tomar más cursos y clases con buenos profesores y Swamis. Finalmente, junto con una compañera me ofreció una oportunidad de hacer cursos en India para Hispano hablantes en la misma escuela donde me había formado; Rishikul Yogshala In Spanish, tenía que traducir los cursos; mi sankalpa se hizo realidad!! Ahora podía, de alguna forma compartir mi experiencia vivida hace dos años, de igual manera que había deseado la primera vez cuando me invadió la certeza de lo que quería hacer en mi vida.
Gracias a esto, aprendo cada día de los mejores maestros estando cerca de ellos a diario. Es como si hubiera tomado 5 cursos de 200h 1000h de cursos!! Ahora, a parte de mis formaciones, mis lecturas y mi práctica personal me siento preparado. Doy algunas clases durante mis viajes y grupos, que creo son muy ricas y completas en todoas las disciplinas que abarca el yoga.
Aún así mi ansia por saber y querer mejorar para poder ofrecer lo mejor a mi entorno me guían en un camino de auto conocimiento.
Este año asistiré a cuatro nuevos cursos de 200h todo un aprendizaje ya que cada día aprendo no sólo de los maestros, sino de los alumnos!! Un regalazo!! A parte de todo esto seguiré tomando formaciones esoecificas en India en distintos centros.
Ahora entra otro dilema; ¿cuándo se está lo suficientemente preparado?
De todo esto he aprendido varías cosas importantes si te lanzas a dar clases: ve de menos a más. No enseñes algo que no sepas y hayas experimentado personalmente. Muévete en lo seguro, en lo que conoces, así practicas Ahimsa y Satya. Ofrece tus clases desde la responsabilidad , humildad y corazón con lo que sabes, da igual si mucho o poco, pero sin pretensiones materiales; Asteya, Aparigraha y Santosha.
Como bien dices en el post; no dejes nunca de aprender, aunque creo que esa actitud es intrínseca en el camino del Yog.
Gracias por este post y por dar la oportunidad de expresar nuestras experiencias!!
Hari Om!!
Rober Henry
Hola Rober,
muchas gracias por compartir tu experiencia con nosotros, veo que ha sido y sigue siendo muy rica y profunda. Dedicándote a la enseñanza nunca dejas de aprender así que continúa disfrutando de tu viaje y absorbe todo lo que puedas de tus maestros.
Escucha tu intuición y sabrás cuando es el momento de dar clases. Disfruta y confía.
Namasté