Trabajar como profesora de yoga es la decisión más trascendental que he tomado en mi vida (y la más acertada). Tengo la oportunidad de disfrutar con lo que hago, crezco interiormente, conozco gente maravillosa, estoy rodeada de buena energía… pero, si te soy sincera, siempre pensé que, como era algo me gustaba mucho, iba a ser muy sencillo dedicarme a ello y vivir de ello…
Sigo disfrutando mucho de mi trabajo pero esa idea inicial ha cambiado bastante desde entonces. Y es que, sí, todos hemos conocido a ese vecino que en sus ratos libres da clases de yoga en su casa, pero tú quieres algo más, tú quieres ser una profesional de la enseñanza de yoga y vivir dignamente de esta hermosa profesión.
Tengo una buena noticia para ti: puedes hacerlo, es posible, pero requiere mucho trabajo y deberás ser constante y disciplinado al principio.
Porque tú lo que quieres es:
- honrar el yoga con tu enseñanza
- transmitir con claridad y profesionalidad
- fidelizar a tus alumnos
- que disfruten de tus clases
- que te recomienden
- saber ajustar, colocar, observar a tus alumnos para darles la respuesta adecuada a sus necesidades
- tener varios grupos semanales
- quizá abrir tu propio centro de yoga
- y vivir digna y ampliamente de tu enseñanza
- sin olvidarte de fluir, respirar, aceptar y bendecir cada uno de tus días.
3 CLAVES QUE TE AYUDARÁN A MEJORAR TU ENSEÑANZA
Es bueno tener aspiraciones y aquí te doy la primera de las claves para mejorar tu enseñanza: Sé ambicioso en tu enseñanza y ve a por todas.
Esta palabra, ambición, está muy estigmatizada por la sociedad pero, en realidad, ser ambicioso significa que quieres darlo todo y ser el mejor en tu campo. Significa que tienes el foco puesto en tu propia superación y que además, pones esa superación en ofrecer siempre a los demás (léase tus alumnos) tu mejor versión.
Al principio tendrás que echar muchas horas porque eres responsable de un grupo de personas y debes procurar que practiquen con seguridad y mucha atención. Generalmente, detrás de una hora de enseñanza tendrás, mínimo, dos horas de preparación: para el guión de tu secuencia, el discurso de tus instrucciones, la previsión de variantes, la práctica en ti mismo para comprobar su fluidez y efectividad, etc.
Por todo ello, y sobre todo al principio, la segunda clave para mejorar será la planificación.
La planificación te da visión a corto, medio y largo plazo.
Te da seguridad porque sabes de antemano qué clases vas a dar, y cuáles son los contenidos que vas a incluir en los próximos meses.
Te da proyección porque dentro tu calendario puedes añadir talleres que refuercen el contenido diario de tus clases o puedes ubicar colaboraciones con otras salas y profesores.
Te da claridad porque el conocer, en líneas generales, qué vas a hacer en tres meses (o 6 meses) te permite ser creativo y te da espacio mental para que lleguen nuevas ideas sin estar presionado “apagando fuegos”, diseñando mentalmente clases a última hora e inventando recursos para mantener ingresos al filo del pago del alquiler.
Te da opciones de reestructuración, capacidad de reacción y perspectiva.
La planificación te da tranquilidad. Créeme.
Por último, me gustaría hablarte de la tercera clave: rentabilidad….sí, sé que está no es la lista que esperabas, pero quería darte algo más allá de lo evidente: formación continuada, práctica personal constante, diseño de tus secuencias….todo eso ya lo sabes y además te he insistido en cada artículo (El Manual Estratégico ABORDA literalmente el tema del diseño).
Probablemente Ambición, Planificación y Rentabilidad también las tengas en cuenta a un nivel subconsciente…pero son menos evidentes que el resto aunque imprescindibles, ¿verdad?.
Sigamos. Rentabilidad.
Tu enseñanza debería ser rentable. Y para saber si es rentable o no tienes que sentarte a hacer números.
Si te pregunto cuánto has ganado exactamente este mes ¿me lo sabrías responder?
Si te pregunto cuáles son tus gastos fijos mensuales ¿qué me dices?
Empieza a llevar las cuentas de tu enseñanza. Calcula cuánto estás percibiendo “limpio” una vez restados todos tus gastos. Si te queda una cantidad muy justa o no llega es que tu enseñanza (como trabajo principal) no es rentable.
Necesitas mantener tu trabajo principal o ponerte las pilas con tu enseñanza de yoga. ¿cómo?
Vuelve al principio de la lista:
AMBICIÓN, Atrévete a concretar tus sueños…¿qué quieres conseguir, dónde quieres llegar?
PLANIFICACIÓN, crea acciones que día a día te acerquen a ese modelo de enseñanza que tu sabes que puedes crear.
Y así, dentro de un año estarás donde desearías estar hoy.
… No obstante, si te sientes algo perdido y quieres que te acompañe en el proceso puedes unirte al Laboratorio del Profesor de Yoga, donde trataremos de manera directa los «grandes» temas de la enseñanza: mentalidad, diseño, planificación, comunicación, pedagogía, ajustes y estrategia.
¿Te has unido ya al Grupo de Yogui Emprendedores que he creado en facebook? Es un grupo privado SOLO para profesores de yoga que apuestan por mejorar la calidad de su enseñanza. Hablamos de todos esos asuntos que quedan algo velados pero que son sumamente importantes: cómo mejorar nuestra comunicación, aplicar marketing consciente, llegar a mas alumnos, definir nuestro modelo de enseñanza, refinar nuestras instrucciones, ajustes, optimizar nuestro tiempo, superar obstáculos…etc.
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Photo by Mia Battaglia photography on Foter.com / CC BY-NC-ND
Me ha encantado éste artículo. Sobre todo dónde describes lo q un profe quiere ser: honrar el Yoga,saber transmitirlo y comunicar, que te recomienden…..y finalmente fluir y respirar… Has expresado con palabras lo que muchas veces pienso. Fantástico! Muchas gracias. Me haces ver que no estoy sola con mis pensamientos,y que son muy normales. Gracias
Hola Lali, me alegro de que te haya gustado y sobretodo de que te des cuenta de que no estas sola 🙂 somos muchos y casi todos pasamos por los mismos ciclos. Un abrazo!