La ambición cobra una importancia clave en el desarrollo de tu enseñanza. He dado muchas vueltas en torno a esta tendencia que tenemos los profesores de yoga sobre no valorar nuestro trabajo como el resto de las personas.
Vamos a ir poco a poco.
Hoy día la trayectoria de la enseñanza de yoga está dando caminos agigantados:
- el crecimiento de la oferta de clases y profesores debido a la expansión de las formaciones y la consecuente «competitividad»
- la regularización del yoga iniciada a través del Real Decreto 1076/201 publicado en el BOE de 5 de septiembre de 2012
Esta evolución meteórica en el ejercicio de nuestra profesión ha resultado en miles de profesores que han estudiado mucho sobre yoga pero no conocen el camino a seguir para construir un modelo de enseñanza que sostenga su estilo de vida.
Aún hoy es difícil encontrar una formación que incluya en su temario áreas que ayuden a los recién titulados a afrontar los desafíos de esta profesión: diferenciación, escalabilidad, marketing, gestión. Sin embargo, en USA y Europa este tipo de módulos están perfectamente integrados en las formaciones.
Además, en nuestro campo apenas existen referentes ni personas que sirvan de modelo exitoso en la enseñanza de yoga más que aquellos profesores visionarios que construyeron sus escuelas hace 20 años cuando no había ni el 10% de competitividad que hay ahora.
Tenemos que fijarnos de nuevo en el extranjero para encontrar personas que han sabido proyectar su enseñanza a través de las nuevas tendencias, estrategias y herramientas de que disponemos hoy día. Que han desarrollado un modelo de enseñanza rentable, sostenible en el tiempo y que les permita pensar con calma en su jubilación.
Aclaro que no estoy diciendo que no haya buenos profesores en España. Me refiero a que aún son escasos los referentes que han dirigido la calidad de su enseñanza a través de las particularidades actuales de comunicación, personas que hayan trasladado su pedagogía a un nivel de mayor visibilidad y alcance o que brillen por su particular metodología o diferenciación. Cada vez que hablo con profesores que viven su enseñanza en otros países siento que de alguna manera van «por delante» y eso no necesariamente es mejor. Podemos aprender de su recorrido y guiar la evolución de nuestra enseñanza y la tremenda velocidad que lleva hoy día de manera inteligente.
El hecho de que no existan apenas referentes genera un vacío en el camino aspiracional de muchos profesores que mina su vocación sin que apenas se den cuenta.
No existen méritos ni reconocimientos al ejercicio del yoga en nuestro país. No hay nada escrito en el terreno del éxito reconocido del yoga y por tanto nuestra capacidad de superarnos se queda mecida en la ambigüedad y el conformismo.
La percepción de nuestro oficio esta subestimada. Los estándares de valoración andan por los suelos porque cuesta que nos perciban como algo más que una extraescolar. La regulación “oficial” acaba de comenzar y cuando preguntas a un asesor qué epígrafe usar para hacienda no saben si colocarte en deportes, coaching, danza o formación. Pagamos un señor 21% de iva pese a que nuestro labor se desarrolla en la docencia…. Es decir, andamos un poco en terreno de nadie, dando bandazos y haciendo lo que podemos cogiendo de aquí y de allá.
Reflexionando sobre esto intenté buscar un paralelismo, algo que nos ayude a romper internamente el techo de cristal, que nos diera un símil con el que trabajar a nivel mental y nos permitiera superar esta laguna para ayudarnos a encauzar nuestra vocación de manera profesional. Divagué largo sobre esta idea…
….La medalla olímpica del yoga…. resultaba demasiado físico.
…..El premio Nobel del yoga…. demasiado intelectual.
Necesitaba algo más cercano, más “asequible” y contemporáneo.
Sé que lo que te voy a explicar ahora puede generarte rechazo, pero te pido que abras tu mente: sal del estado de juicio y lee hasta el final porque sé que lo comprenderás mejor cuando sepas a dónde quiero llegar.
La profesión de cocinero me dio la respuesta.
No soy ninguna experta pero es evidente que el oficio de cocinero ha vivido también durante estos años una expansión similar a la de la enseñanza de yoga: rápida, viral, mediática y explosiva.
La diferencia (salvando las distancias) es que los cocineros sí tienen referentes. Sí tienen modelos a seguir que conduzcan sus pasos, que hayan construido a su manera y respetando su individualidad y su voz su propia visión de éxito.
Cuentan además con un prestigioso reconocimiento a su labor: la Estrella Michelin.
Un galardón que no sólo premia el resultado final sino que valora y reconoce todo el proceso que hay detrás de lo “aparente”: el esfuerzo, la constancia, el concepto, la creatividad, la gestión, el equipo, la unidad…
Y seguimos. El programa Master Chef ha llevado ese oficio tradicional, antiguo y tremendamente humilde a todas las casas de España.
A lo que voy:
Lo que vengo a explicarte es que esa explosión mediática ha generado un cambio generacional y colectivo en torno a la percepción cultural del oficio de cocinero.
Hoy día cualquier persona que sueñe con ser cocinero tiene referentes y tiene una meta a la que aspirar, algo lejano pero accesible. Sabe a un nivel muy neuronal (cultural) que es posible y es más, esa meta en sí misma está rodeada de prestigio y consideración ante los suyos.
No hace poco viví una situación en la que conversaba sobre las posibilidades que una persona podía tener tras acabar el instituto. Se insistía en que tenía que seguir su corazón y guiarse por lo que verdaderamente le gustara. Se mencionaron las típicas carreras universitarias pero no acababan de cuajar…en un momento dado solté: ¿y que hay de la enseñanza de yoga, no te gustaría dedicarte a ello? Es cierto que lo dije un poco para observar la reacción y, ciertamente, la mirada que me echaron sus padres fue suficiente.
- el yoga no es una profesión, es un hobbie
- «del yoga no se puede vivir»
- «pero no vas a dar clase toda tu vida, ¿y cuando seas mayor qué?» y un largo etc…
Lo que quiero decir es que hoy día anuncias que quieres ser profesor de yoga y te miran con condescendencia pero dices que quieres ser cocinero y la cosa cambia ¡Se da por hecho que se puede! ¡La percepción cambia completamente!
Fuera de superficialidades, no te pongas a pensar que estoy diciendo que hagamos un premio para profesores de yoga. No juzgo si Master Chef esto o lo otro. Nada. Fuera críticas.
De lo que te estoy hablando es de MERECIMIENTO, VALORACIÓN Y CONFIANZA.
No tener referentes en nuestro campo hace que sea difícil romper con las creencias y mitos que aún perviven en nuestro propio oficio. Nuestro folio está en blanco y dentro de esa maravillosa expansión que está viviendo la enseñanza y esas miles de posibilidades que se están abriendo necesitamos ser conscientes de ello para construir un futuro digno que respete la tradición y el legado del yoga dentro de las condiciones y las particularidades que hoy vivimos.
Necesitamos madurar nuestro concepto de enseñanza y para madurar necesitamos completar ese camino contemplando nuestra enseñanza como una empresa. Necesitamos crecer en nuestras aspiraciones y construir, construir, construir para que los profesores de yoga que lleguen tras nosotros cuenten con el apoyo de un gremio fuerte, generoso y noble.
Tenemos el talento, el conocimiento, los medios…nos faltan los referentes, nos falta el creernos que podemos.
Así que lucha por tus sueños, cree que es posible, conviértete en uno de esos referentes a seguir.
Si que existen referentes, Deva Indra es uno de ellos, y estuvo dando clases hasta los 96 años y era de nacimiento rusa. Hay tambien un instituto en Delhi muy importante y conocido en practicamente todo el mundo anglosajon, donde investigan las posturas y su relacion con eo subconsciente. En rusia los profesores de yoga estan muy valorizados y hace muchos años que lo practican. Y aqui, conozco un par que son muy buenos y estan en la red desde hace tiempo. A mi parecer, hay mucho desconocimiento de todo este sector y sobretodo, de su filosofia de vida, base del yoga. Quizas el problema para muchos es que el yoga no se practica, se vive, y eso significa coherencia, y ahi, es en donde la mayoria acaba perdiendose, porque como voy a predicar lo que ni yo misma hago? Puede que ese sea el principal escollo, y el resto tsl y como dicen las enseñanzas yogicas, es fluir con lo que tu mente genere, respirarlo y transformarlo. Lo que tenga que venir, ya vendra o no. El resto es mente. Y no tiene nada que ver con las enseñanzas del yoga.
Buena aportacion tu articulo . Feliz miercoles
Gracias por tu aportación Nirupa. Estoy de acuerdo contigo totalmente, no digo que no hay, digo que hay pocos y sobretodo pocos en nuestro país. Porque las referencias que has compartido y en las que coincido son extranjeras. Creo que sí, que cuando uno está realmente comprometido con su enseñanza y su camino está centrado en lo que toca, hablo de que nuestro camino es compartido, está unido, y esos referentes que sin duda están ahí cuesta encontrarlos…
Feliz miércoles para ti también.
Hola Susi, como que has pedido un comentario aquí te pongo mi opinión. No estoy de acuerdo. La estrella michelin del yoga es una idea que va completamente contra los principios del yoga. Porque la competitividad asì como el elitismo que crearía esta idea desnaturaliza el yoga mismo. Tengo la sensación que en el effort de crear algo mejor para la categoria puedas estar perdiendo la brujula de lo que es el yoga en principio. A veces es bueno volver a los basics creo yo. Para todos. Gracias por leerme y por estar abierta a las opiniones de los demas. Un abrazo
Gracias por tu opinión Francesca, comparto lo que dices por eso he pedido que miréis más allá de lo aparente, no hablo de la estrella michelin del yoga, hablo de que situemos nuestras aspiraciones lejos, que creamos en nosotros, en el trabajo que hacemos y en la diferenciación maravillosa que cada uno aporta con su enseñanza. Otro abrazo para ti.
Buenos días Susi, comprendo la intención de tu artículo de generar consciencia sobre este tema de hacernos cargo de la revalorizacion de la enseñanza del Yoga. Comprendo que lo de estrella michelín es una simple analogía que en comentarios más arriba toman de manera muy literal. Ya que ni en la misma India se ponen de acuerdo qué es Yoga entre sus escuelas tradicionales y modernas e incluso la misma sucesión de guru discípulo es como una estrella michelín ya que el guru sólo «heredada» la enseñanza a 1,2 o muy pocos discípulos. Y aplaudo que vuelvas a liderar un tema que en el «mundo Yogui» es espinoso.
En mi país, Perú también se está formulando este tema. Y la idea que siento muy fuerte es: existe una asociación de Yoga en España? Porque mucho nos quejamos de la Yoga Alliance pero pocos proponen crear una asociación, gremio o no se que nombre poner, de referentes de la enseñanza del Yoga.
Una asociación que registre los profesores en España y reconozca el mérito tanto de práctica como de horas de estudio y enseñanza. Más allá de la popularidad en instragram.
Una asociación que pueda como colectivo mantener cierto estándar en los precios y hacer un seguimiento real de la evolución de cada practicante /profesor.
Gracias por tu comentario Jean Pierre, exactamente, simplemente hago un paralelismo con otro oficio «bien posicionado» y uso una analogía. Intento comunicar que los responsables de esa valoración que tanto reclamamos somos finalmente cada uno de nosotros y que de nada sirve quejarnos si no nos creemos que esta es una profesión como cualquier otra. Namasté.
Hola Susi,
Gracias por tus reflexiones y por «obligarnos» a pensar, a cuestionarnos…
Pienso que detras de una buena comida, siguiendo tu símil, y de una buena clase de yoga hay tantos y tantos detalles…
Tu y yo, cogemos los mismos ingredientes, y seguro que no nos sale igual…
Quiero pensar que mucha gente está creyendo, invirtiendo tiempo y talento en dignificar la enseñanza del yoga y eso tendrá su reflejo a nivel social. Más gente podrá practicar y hablar de la transformación que el yoga ha supuesto en sus vidas. Y ese será el mejor aval y el mayor prestigio.
¿¿como cuantificamos este «saber hacer»?
Hola Juan Pedro,
gracias por tu comentario! yo también confío en que cada vez somos más y más conscientes de lo que supone enseñar yoga hoy día y confío plenamente en que sabremos encauzar nuestros caminos sosteniendo el legado del yoga. Aun no sé exactamente cómo cuantificar ese «saber hacer» que dices pero seguro que al final nuestra enseñanza y recorrido hablará por si sólo. Un abrazo!
Buenas tardes a todos, si creo que tenemos referentes por ejemplo Ramiro Calle, un reconocido Yogi que se ha ganado ese reconocimiento y puede aún seguir ganandose la vida en el Yoga, ha creado escuela y ha escrito innumerables libros valiosísimos, y por mi parte he aprendido mucho de él y considero que lo tenemos olvidado, siendo el gran estrella michelin de nuestro mundo yogi en España y sin pretender ser un Gurú.
Porqué no se le tiene en cuenta? porqué tomamos como referentes a Yogis que llevan 6 años practicando y que auque tengan el «título» y un centro se Yoga propio no tienen ni por asomo la sabiduría que el posee?
Quizás sea porque son los craks de las redes sociales, por su estética, por sus espléndidas fotos en Instagram, porque salen en la tele o revistas, porque han ido a la India ha hacer un curso de 1 mes?
Lo pienso cada vez que veo como se entrevista para redes a estos profesores que para mi criterio «no son estrellas michelin» aunque no dudo de su profesionalidad y seguro lo hacen muy bien, pero hablamos de otra cosa, no son un referente.
Gracias Susi. Un abrazo.
Hola Olga,
Mil gracias por tu comentario. Creo que necesitaré explicar mejor que no digo que no existan sino que en España son escasos. Ramiro Calle es sin duda una de ellos, nos ha dejado y aún sigue dejándonos un gran legado a los profesores de yoga igual que Danilo Hernandez, por ejemplo.
Ahí es donde quiero ir, que la popularidad de las personalidades en redes no es para mi referencia. Como tú no dudo de que hagan bien su trabajo, profesional y digno, pero el verdadero potencial, ese que no se ve, no se contabiliza pero si se siente y se intuye anda por ahi. Un abrazo Olga.
Buenas tardes no llevo tanto tiempo en yoga pero en parte todos en cierta medida tienen razón. Lo que veo en estos momentos es más físico sobre todo porque hay muchos instructores jóvenes que están más enfocados lo que pueden hacer físicamente… sea ha ido perdiendo la espiritualidad el escucharme ahora sólo se muestra…mira lo que puedo hacer…
Parece que me fui a otro lado …en todo caso me encanta Susi …no soy de España entiendo que el yoga es para todos y no hace distinción Namaste
Gracias por tu comentario Ivonne, entre todos vamos compartiendo opiniones y dialogando, está bien que cada uno exponga su visión así aprendemos todos de otros puntos de vista. Personalmente me encanta leeros. Gracias una vez más 🙂
Buenos días a todos. Me gusta el tema propuesto. Soy recién titulada, la pregunta que me aparece ahora es ¿Qué hago? ¿ Por dónde emiezo?.
Las formaciones en España deberían incluir temarios que nos ayuden a enfrentar los desafíos de esta profesión: marketing, gestión…
Me ha parecido muy curioso la propuesta de elección entre una carrera universitaria o ser profesor de yoga. Actualmente observo y tras tener 2 carreras universitarias realizadas, que el mundo exterior no lo consideran una profesión.
He iniciado mi nuevo camino de vida con mucha ilusión, ganas, energía y totalmente guiada por la vida. Confío que entre todos podamos aportar un granito de arena para ir construyendo, día a día, una gran montaña llena de amor.
Un saludo a todos
Hola Verónica, gracias por tu comentario y enhorabuena por ese camino iniciado en la enseñanza. Ciertamente los inicios son ambiguos y algo complicado porque, como bien apuntas, no tenemos ni idea de por dónde seguir una vez finalizada la formación. Pero poco a poco, me alegro que sientas esa gran confianza en la vida y la voluntad de construir juntos. Un abrazo.
Me parece una reflexión muy interesante. Me siento en una posición privilegiada porque acabo de volver a España después de haber vivido en Inglaterra 14 años. Es allí donde estoy haciendo mi formación de 200h, a lo largo de un año con fines de semana aquí y allá. Tengo la suerte de tener referentes que no tienen por qué ser célebres, que creo que es lo que Susi quiere decir que escasea en España. Mi profesora de formación es una chica australiana de 30 años que respira el yoga, y conozco al menos media docena de personas de mi edad o más jóvenes que viven de su enseñanza de yoga.
Tal vez lo que voy a decir sea un poco polémico, pero en mi opinión por lo que he visto aquí y allí, en el mundo anglosajón el yoga se ha convertido en menos elitista, y los conceptos espirituales se han traducido de forma que Sean válidos para los alumnos que van a clase una vez a la semana, o incluso una vez al mes. Aquí todavía resulta un poco inaccesible para aquellos que no están interesados en cantar mantras o sumergirse en la parte más espiritual de manera profunda. Ojo, a mi me encanta, pero por ello decidí profundizar en mi práctica con la formación. Sin embargo, la clave para mi reside en hacerlo accesible para todos, y usar lenguaje del siglo XXI.
Muchísimas gracias por animarte a compartir tu visión y experiencia del yoga desde la perspectiva de dos países diferentes. Creo que es importante conocer el recorrido del yoga desde otras culturas porque pueden enseñarnos mucho sobre cómo va la nuestra. Al final el yoga es uno y todos estamos en el camino pero sí, en este post toco no sólo uno sino varios temas espinosos, y la «celebridad» es uno de ellos. Un abrazo.
Estaría fenomenal que reconociesen yoga como una rama profesional… Grado superior o universidad… Pero lo único que se encuentran son técnicas de relajación, respiración, meditación muy abreviado de yoga para cursos de mindfulness, impartidos por universidades españolas… Que se queda muy pequeño cuando prácticas yoga… Pero gestiona el estrés del momento presente si estás en él. Estos cursos dejan escapar la valiosa capacidad de la que es capaz la práctica del yoga. Sería muy interesante su reconocimiento como carrera profesional. Hoy en día creo que se van abriendo más o es lo que me gustaría, que las personas se abriese más a esta herramienta tan importante como es el yoga. Un saludo.
Gracias por tu aportación Verónica, un saludo